PRÁCTICA FAMILIAR RURAL│Vol.4│No.2│Julio 2019

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Fornasini, M., Fornasini, G., Muñoz, E., Baldeón, M..Comunicación para la salud y cambio del comportamiento. Práctica Familiar Rural. 2019 julio; 4(2).


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COMUNICACIONES BREVES

Comunicación para la salud y cambio del comportamiento


Marco Fornasini*, Gemma Fornasini*, Erika Muñoz*, Manuel E. Baldeón*

*1Universidad UTE, Quito - Ecuador

DOI: https://doi.org/10.23936/pfr.v4i1.46

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la comunicación para la salud abarca el estudio y el uso de estrategias de comunicación para informar e influenciar decisiones individuales y comunitarias que mejoren la salud. La comunicación es la transmisión de mensajes entre un emisor y un receptor; es una herramienta muy poderosa que si se la utiliza de manera óptima puede tener un impacto favorable en la población, en varios aspectos. La comunicación para la salud, podría ser de gran ayuda para informar a las personas sobre temas que son indispensables para mantener una buena salud. Además, podría contribuir a que las personas analicen y reconsideren sus actitudes en relación a algún hábito no saludable y empiecen a considerar la posibilidad de cambiarlo en vista de los potenciales beneficios que podrían obtener en su vida. Un mensaje apropiado permitiría que muchas personas que quizá nunca consideraron la posibilidad de cambiar sus hábitos empiecen a hacerlo. Un mensaje claro y atractivo puede lograr que las personas decidan reflexionar sobre la necesidad de cambiar su comportamiento y pudieran empezar a estar pendientes de toda la información que se vaya generando sobre su comportamiento en cuestión. Si además, la comunicación es sostenida en el tiempo, basada en evidencia sólida y emitida por comunicadores con prestigio, carisma y credibilidad, es posible que logre inspirar, retar y producir cambios duraderos y significativos. Un programa de comunicación en salud debe tener varios componentes, sin embargo, el disponer de grupos de apoyo enfocados en la motivación, la promoción y el dialogo son fundamentales para promover que las personas cambien una práctica o actividad perjudicial. La comunicación para propiciar el cambio de comportamiento debe acercarse a las personas y sus comunidades con el fin de promover comportamientos positivos que se adapten a sus circunstancias; y ofrecer un entorno propicio para que las personas puedan iniciar y mantener comportamientos positivos.

Para que una persona pueda lograr un cambio de comportamiento son necesarios al menos cinco elementos. El primero es que la persona tenga el conocimiento sobre las ventajas que le puede proporcionar ese nuevo comportamiento; por ejemplo, una mujer embarazada aprende que es mejor alimentar a su bebé únicamente con leche materna durante los seis primeros meses de vida para que se mantenga sano. En este caso la ventaja podría ser el permitir el desarrollo óptimo del bebé, evitando gastos monetarios adicionales por adquisición y preparación de alimentos complementarios para la alimentación del lactante. El segundo es que la persona esté de acuerdo y le parezca atractivo el nuevo comportamiento. Por ejemplo: La mujer embarazada considera que alimentar a su bebé únicamente con leche materna durante los seis primeros meses es una buena idea ya que contribuirá a mantenerlo sano y evitará gastos adicionales. El tercero es la intención. La persona está convencida de que debe adoptar ese comportamiento porque puede ser muy útil para su vida y decide adoptarlo. Por ejemplo, la mujer embarazada decide que quiere alimentar a su bebé exclusivamente con leche materna durante sus seis primeros meses de vida. El cuarto paso es poner en práctica el nuevo comportamiento; la persona empieza a poner en práctica el nuevo comportamiento. Por ejemplo, la madre decide no comprar leches maternizadas y alimenta a su bebé exclusivamente con leche materna hasta los seis meses de edad. Finalmente, el quinto paso es la promoción del nuevo comportamiento. La persona empieza a promover el comportamiento y trata de convencer a otros para que cambien su comportamiento. La persona estima que el nuevo comportamiento es beneficioso y promueve el nuevo comportamiento entre la familia y los amigos. Convence a otras personas para que cambien su comportamiento. Por ejemplo, la madre ahora considera que alimentar a su bebé únicamente con leche materna durante los seis primeros meses ha contribuido a que se mantenga sano y crezca bien. Seguidamente explica a otras madres los beneficios de la lactancia materna exclusiva y las alienta a proceder de esa manera.

Existen al menos tres principios para la elaboración de un mensaje adecuado. El primero es establecer claramente todos los beneficios que puede proporcionar a los destinatarios el nuevo comportamiento. Sobre todo, es preciso que el mensaje proporcione a los destinatarios una razón positiva para adoptar el comportamiento. El segundo fundamento a considerar es que el mensaje debe ser sencillo. Si el mensaje es complicado y pretende expresar o abarcar demasiados aspectos, los destinatarios pueden sentirse confundidos y no comprenderlos. Es aconsejable limitar los mensajes al menor número posible. Finalmente, los mensajes deben llamar a la acción. Es conveniente verificar que los mensajes alienten a tomar alguna acción simple y básica que los destinatarios puedan realizar; pueden ser pequeños gestos o actividades, que sean factibles y que supongan ligeras modificaciones en su comportamiento. A medida que emprendan esas acciones pequeñas y factibles, empezarán a sentirse más capaces para asumir mayores desafíos. Si se empieza pidiéndoles que hagan algo difícil de lograr para ellos, podrían desistir y quedarse con la impresión de que han fracasado.

Un ejemplo de mensaje para el lavado de manos podría incluir una imagen de las manos de una persona lavándose con agua y jabón y al lado la imagen de un niño saludable y contento. El texto podría decir: El lavado de las manos con agua y jabón es la mejor forma de evitar enfermedades. Es una de las mejores maneras de prevenir la diarrea y la neumonía que, cada año, causan la muerte de muchos niños. Es también uno de los medios más eficaces para prevenir la gripe.

Es importante lavarse las manos con agua y jabón, frotando toda su superficie durante veinte segundos y enjuagándolas bien. Es necesario lavarse las manos en las siguientes situaciones: después de ir al baño; después de asear a un niño; antes de preparar la comida y antes de comer.

La comunicación es una herramienta muy poderosa que si se la maneja de manera óptima puede contribuir a generar cambios positivos de comportamiento para mejorar la salud y la calidad de vida.

Referencias biblliográficas

  1. Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Comunicación para propiciar el cambio de comportamiento destinada a los  voluntarios comunitarios. Guía para los voluntarios. (2012). Ginebra. Retrieved from www.ifrc.org
  2. Rainforest Alliance. (2018). Comunicación para el cambio social y de comportamiento | CNCG. Retrieved July 16, 2019, from http://www.usaid-cncg.org/comunicacion-para-el-cambio-social-y-de-comportamiento/
  3. Mosquera Vásquez, M. (2005). Comunicación en salud: conceptos, teorías y experiencias. In ALAPSA (Ed.), Psicología de la salud: Temas actuales de investigación en Latinoamérica (pp. 209–230). Retrieved from https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5011600