EDITORIAL
La investigación y el “Efecto Mateo”
Diego Herrera[1]
1. Saludesa Ecuador, Ecuador
Doi: https://doi.org/10.23936/pfr.v8i1.259
PRÁCTICA FAMILIAR RURAL│Vol.8│No.1│Julio 2023│Recibido: 20/07/2023│Aprobado: 21/07/2023
Cómo citar este artículoHerrera D. La investigación y el “Efecto Mateo”. PFR [Internet]. 27 de julio de 2023;8(9):e-259. Disponible en: https://practicafamiliarrural.org/index.php/pfr/article/view/259 |
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Resumen
El presente trabajo reflexiona sobre el rol de la investigación científica latinoamericana y como su práctica responde a intereses administrativos y acciones reactivas que buscan complacer metas positivistas de indicadores de producción.
Palabras clave: invetigación científica, revistas predadoras, efecto Mateo
Medicine 3.0
Abstract
This paper reflects on the role of Latin American scientific research and how its practice responds to administrative interests and reactive actions to policies that seek to satisfy positivist goals of production indicators..
Keywords: scientific research, predatory magazines, Matthew effect
El efecto Mateo toma su nombre por la cita bíblica del capítulo 13, versículo 12 del evangelio de San Mateo (que se repite en Mateo 25, 29 y en otros evangelistas hasta en cinco ocasiones) que dice textualmente:
“Qui enim habet, dabitur ei, et abundabit; Qui antem non habet, et quodhabet, auferetur ab eo”. Que podría traducirse como “Porque al que tiene se le dará y tendrá en abundancia; pero al que no tiene incluso lo que tiene se le quitará”.
El primero que propone el concepto de “efecto Mateo” es Robert K. Merton en el contexto de la calidad de la producción científica. Este sociólogo de la ciencia denuncia que un autor con experiencia acreditada ve más favorecidas sus publicaciones que un joven sin experiencia o un recién llegado (1).
Mario Bunge explica el “efecto Mateo”, en la producción científica en base a dos mecanismos: uno “memorístico”, se retiene mejor en la memoria el nombre del autor más conocido que el del no conocido. Otro el “de selección de los autores”, se deposita más confianza en un autor por su currículum y pertenencia a la “red”, “cliqué” o “estrato científico”. El propio Mario Bunge termina su artículo diciendo que Merton se ha beneficiado con el “efecto Mateo” porque escribió muchos de sus trabajos en colaboración con otros estudiosos y, en cambio, tendemos a recordar su nombre y a atribuirle todo el mérito a él (2).
El efecto Mateo omnipresente en el mundo de las publicaciones científicas discrimina por idioma, naciones, revistas y autores, las publicaciones realizadas en los Estados Unidos y Europa, tiene más impacto que las realizadas en Latinoamérica, Publicaciones en español, que no tengan valor o que atesoren gran valor en una determinada categoría, quedan relegadas al último lugar, son marginadas o desechadas por la revistas prestigiosas. En algunos casos, resultan esquilmadas en recursos materiales (económicos u otros) e inmateriales (psicológicos, sociales) (3).
En las universidades latinoamericanas hasta la década de los años setenta el objetivo fundamental era la docencia, con un componente investigativo casi nulo, un número reducido de bibliografía y escasas publicaciones. La investigación no formaba parte de los programas de estudio, las pocas que se realizaban respondían a inquietudes científicas de profesores y se convertían, generalmente, en tesis de grado o de doctorado, en general, menos del 1 % del presupuesto general del Estado se dedicaba a investigación. Las publicaciones de artículos científicos o de libros seguían siendo el esfuerzo individual de profesores empeñosos, las tesis de grado concebidas para resolver problemas puntuales del conociendo en un área de la ciencia, solo eran requisitos de graduación, que se llenaban sin ni siquiera haberse planteado la pregunta de la investigación.
Desde el pensamiento desarrollista e ingenuo, se intentó superar estas falencias, no desde la reflexión de las causas históricas de la marginalidad y del pensamiento neocolonialista, sino desde la emisión de leyes y normativas, el discurso oficial exalta los logros alcanzados por unos pocos profesionales gracias a su esfuerzo individual, pero que lamentablemente no representaban un cambio de visión en la educación superior, estos excepcionales profesionales, cuentan con mayor presupuesto que la mayoría de los profesores y están respaldados por las instituciones ubicadas en los centros de poder, realidad distinta viven los investigadores de las universidades públicas de bajo presupuesto de las ciudades pequeñas.
Estas nuevas normativas administrativas, incrementaron las investigaciones y publicaciones a nivel nacional, las instituciones educativas, presentan estos números académicos, como requisito para su acreditación y promoción del escalafón educativo médico, pero los temas de investigación, al igual que las tesis de los años 70, siguen alejados de los problemas de salud de la población, en su mayoría se refieren asuntos biomédicos, administrativos o de docencia.
Otro camino elegido por varias universidades para dar el gran salto cualitativo ha sido el asocio con Universidades del primer mundo para realizar las llamadas “investigaciones cooperativas“, no podemos negar la globalización de la comunicación médica y el intercambio del conocimiento a nivel mundial, lo que cuestionamos, es que mientras la investigación médica está consolidada en el primer mundo, con un financiamiento, estructura y recursos humanos dedicados a tiempo completo a investigar con líneas claras de investigación en su mayoría dedicadas a desarrollar nuevos productos que fortalezcan su desarrollo tecnológico y económico, en Latinoamérica aun no tenemos claro los problemas que la investigación debe resolver en nuestras sociedades, cuando realizamos investigaciones en cooperación con Universidades “gringas”, estamos trabajando líneas investigativas que no responden a las necesidades de nuestras comunidades.
Sneyder, en su trabajo sobre la economía política de la investigación, demostró que los “modelos de investigación”, dependen de la forma de financiamiento –extranjera, pública-nacional o privada-nacional– dominante. Esta determina el grado de autonomía de la investigación y se asocia a los distintos tipos de producción de conocimiento (4).
Cuando no tenemos presupuesto para investigar y sin embargo los órganos de control exigen a las universidades un número de publicaciones científicas mínimo realizado por sus profesores, surgen lo que en España se denominó “la chanchullada de la investigación científica”, cuando sale a la luz el costo para publicar en una revista científica indexada que va desde 1000 dólares en Latinoamérica, hasta 10.000 dólares en Europa, negocio lucrativo para las llamadas “revistas depredadoras” (del inglés, predatory journals ). Se trata de publicaciones de acceso abierto que, bajo un simulado prestigio internacional, adulan a los profesionales, invitándolas a publicar a cambio de pagar los costos de edición y maquetación de sus manuscritos, algunas de estas, publican hasta 1500 artículos científicos al año, realizando revisiones de pares y procesos de validación falsos (59, (6) y (7).
Estas editoriales son las que promueven en un gran porcentaje la acreditación de las universidades latinoamericanas, estos trabajos no reúnen los criterios de calidad para ser publicados y menos aún responden al que hacer de la investigación científica, la cual es resolver problemas, o dicho de otra manera, ayudar a mejorar las condiciones de la comunidad mediante la profundización en el conocimiento de los fenómenos y las causas que los generan.
Por otro lado y con la única finalidad de cumplir las cuotas de publicación establecidas a sus docentes por las universidades, el medio editorial ha visto la tendencia de dejar de lado la postulación de artículos originales que respondan a una estructura real y planificada de un método investigativo, dando paso a la proliferación de artículos de revisiones bibliográficas y sistemáticas, realizadas con el apremio de cumplir el plazo de la próxima edición, cumpliendo el objetivo burocrático de inflar los indicadores de producción científica, sin constituir un aporte real a la investigación. Además, los pocos artículos originales presentados, cuentan con universos de sujetos investigados efímeros, práctica que se ve cada vez más “normalizada”. Como dice Jorge Albertsen “hecha la ley, hecha la trampa” (8).
Para el filósofo francés, Paul Ricouer, todo discurso escrito, una vez publicado sufre un desarraigamiento de la intención del autor y cobra independencia con respecto a él, la interpretación del texto que realiza el lector depende de su historia y creencias, "…La historia me precede y adelanta mi reflexión" (9). La historia como experiencia dada es pues, el hecho fundamental irreductible a cualquier manipulación positivista que pretenda eliminar el carácter histórico que nos construye (10).
Si el pensamiento dominante en las universidades es el desarrollismo y el positivismo, y todos sus esfuerzos se basan en desarrollar el método científico, no se podrá entender que ni la normatividad, ni el biologismo, ni la bioestadística, ni siquiera la epistemología por si solas, nos van a permitir superar el “efecto Mateo” y las limitaciones históricas de nuestros problemas institucionales.
Estas notas son una invitación a reflexionar sobre el rol de las universidades en el desarrollo de la medicina, para eso, la primera tarea es replantearse las preguntas sobre el rol de la ciencia y de la investigación médica latinoamericana.
Referencias bibliográficas
1. Merton, R. K. La sociología de la ciencia. Madrid: Alianza. (1977)
2. Bunge, M. (2001). El efecto San Mateo. Polis, Revista de la Universidad Bolivariana, 1(2). (2001). Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=30500225
3. Jiménez Rodríguez, J. EL Efecto Mateo: un concepto psicológico. Papeles del Psicólogo, vol. 30, núm. 2, mayo-agosto, 2009, pp. 145-154 Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos Madrid, España
4. Durán-Martínez, A., Sierra, J., & Snyder, R. . La economía política de la investigación en ciencias sociales en América Latina . Estudios Sociológicos De El Colegio De México, 41(Especial), 259–364. (2023) https://doi.org/10.24201/es.2023v41nEspecial.2394
5. Bertoglia A MP, Águila AA. Revistas depredadoras: una nueva amenaza a las publicaciones científicas. Rev Medica Chil. 2018; 146(2): 206-12.
6. Manca A, Moher D, Cugusi L, Dvir Z, Deriu F. How predatory journals leak into PubMed. CMAJ. 2018; 190(35): E1042-5.
7. Ross-White A, Godfrey CM, Sears KA, Wilson R. Predatory publications in evidence syntheses. J Med Libr Assoc. 2019; 107(1): 57-61.
8. Albertsen J. Hecha la trampa, hecha la ley, Diario La Nación, 24 de septiembre de 2020
9. Ricoeur, P. Del texto a la acción, ensayos hermenéuticos II. 2002. México, Fondo de Cultura Económica.
10. Barcenas, R. La confrontación de ontología y epistemología en el pensamiento gadameriano. Valenciana. 2012, vol.5, n.9 [citado 2023-07-24], pp.7-21. Disponible en: <http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-25382012000100001&lng=es&nrm=iso>. ISSN 2007-2538.