CASOS CLÍNICOS Y EJERCICIOS CLÍNICO PATOLÓGICOS

Dolor de pie e imposibilidad para la deambulación luego de hiperflexión plantar

Ruth Aydeé Solá Navarrete[1]
Guido Ricardo Mendoza Arrieta[1]
Daniel Bolívar Moreano Sánchez[2]
Miguel Ochoa-Andrade[1] [3]

1. Hospital General del Sur de Quito, IESS, Ecuador
2. Hospital Guasmo Sur, Ecuador
3. Universidad Central del Ecuador, Escuela de Medicina. Ecuador

Doi: https://doi.org/10.16921/pfr.v8i2.279

PRÁCTICA FAMILIAR RURAL│Vol.8│No.1│Julio 2023│Recibido: 17/03/2023│Aprobado: 12/07/2023

Cómo citar este artículo
Solá Navarrete RA, Moreano Sánchez DB, Mendoza Arrieta GR, Ochoa-Andrade M. Dolor de Pie e Imposibilidad para la deambulación luego de hiperflexión plantar . PFR [Internet]. 3 de agosto de 2023 [citado 3 de agosto de 2023];8(2). Disponible en: https://practicafamiliarrural.org/index.php/pfr/article/view/279

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Resumen

Paciente femenino, ama de casa, de 39 años de edad, biotipo pícnico, con antecedente de hipotiroidismo en tratamiento con levotiroxina 50 mcg diarios, ingresa por emergencia de una casa de salud de tercer nivel por traumatismo indirecto de pie izquierdo con mecanismo de hiperflexión plantar con carga axial añadida lo que provoca dolor intenso e imposibilidad para la deambulación.

Palabras clave: inestabilidad de la articulación, articulaciones del pie, articulación metatarsofalángica

Foot pain and inability to ambulate after plantar hyperflexion

Abstract

A 39-year-old female patient, housewife, picnic biotype, with a history of hypothyroidism on treatment with levothyroxine 50 mcg daily, was admitted to a third-level health home due to indirect trauma to the left foot with plantar hyperflexion mechanism. with added axial load which causes intense pain and impossibility for ambulation.

Keywords: joint instability, foot joints, metatarsophalangeal joint

 

Presentación del caso

Paciente femenino, ama de casa, de 39 años de edad, biotipo pícnico, con antecedente de hipotiroidismo en tratamiento con levotiroxina 50 mcg diarios, ingresa por emergencia de una casa de salud de tercer nivel por traumatismo indirecto de pie izquierdo con mecanismo de hiperflexión plantar con carga axial añadida lo que provoca dolor intenso e imposibilidad para la deambulación.

Al examen físico (Ilustración 1): Pie izquierdo con aumento de diámetro y acortamiento, equimosis a nivel de dorso, región plantar y de maléolo peróneo, además edema de dos cruces sobre tres, a la palpación aumento de la temperatura local, doloroso a la palpación en región de mediopie, pulso pedio presente, movilidad no valorable por presencia de dolor con puntaje de 8/10 según la escala visual análoga del dolor.

Ilustración 1. Partes blandas de pie afecto

Diagnóstico diferencial

Dolor del pie con imposibilidad para la deambulacion luego de una caida puede sugerir algunas patologias que incluyen esguince de tobillo de varios grados de severidad, fractura de Jones que es una fractura del quinto metatarsiano, una fractura Lisfranc de la articulación tarso metatarsiana, entre otras patologias.

Imagenología

Radiografía de pie izquierdo anteroposterior y lateral (Ilustración 2): Desplazamiento lateral de bases de segundo, tercero, cuarto y quinto metatarsianos, con integridad de articulación de primer metatarsiano y primera cuña, aparente fractura de base de segundo metatarsiano, más desplazamiento dorsal de bases metatarsales lo que lo clasifica como una lesión tipo BII lateral según Meyerson.

Ilustración 2. Radiografía anteroposterior y lateral de pie izquierdo

Ilustración 3. Tomografía de pie izquierdo

 

Tomografía axial computarizada de pie izquierdo (Ilustración 3): Luxación lateral de los 4 últimos metatarsianos con fractura avulsión de la base del segundo metatarsiano, con cabalgamiento de segundo metatarsiano sobre la segunda cuña, más evidente apertura del espacio entre segundo y primer metatarsiano.

Fractura Lisfranc

El caso presentado, tuvo como antecedente un trauma con mecanismo de hiperflexión plantar con carga axial, tal cual describe la literatura sobre el mecanismo de una fractura de Lisfranc (5). La zona conocida como articulación de Lisfranc representa la transición entre la bóveda plantar y la región metatarso falángica. La articulación tarso metatarsiana está formada por la base de los cinco metatarsianos y la articulación entre las tres cuñas y el cuboides, las bases de los tres metatarsianos internos se articulan de forma individual con cada una de las tres cuñas mientras que el cuarto y quinto metatarsianos se articulan con el cuboides. La posición más proximal de la base del segundo metatarsiano que es el más largo y su forma trapezoidal junto a la configuración más corta de la segunda cuña en relación a la primera y tercera generan una mortaja en la que queda totalmente estabilizado el segundo metatarsiano haciendo de este hueso la piedra angular del arco románico formado por la base de los metatarsianos, por otro lado la base del segundo, tercero, cuarto y quinto metatarsianos están unidos por resistentes ligamentos transversales tanto en la cara dorsal como en la cara plantar de esta articulación pero dichos ligamentos están ausentes entre las bases del segundo y primer metatarsianos y en su lugar se encuentra presente un ligamento oblicuo de fibras muy fuertes que se dirige desde la base del segundo metatarsiano a la primera cuña dejando totalmente independiente al primer metatarsiano, en base a lo antes descrito la mortaja ósea y el ligamento son los estabilizadores primarios de la articulación de Lisfranc mientras que los estabilizadores secundarios son los numerosos componentes blandos tales como la fascia plantar, los músculos intrínsecos y los tendones tibiales y peróneos, y los múltiples ligamentos transversales más fuertes en la región plantar que la dorsal (1).

El mecanismo de lesión se divide en dos subgrupos, los originados por traumas de alta energía más frecuentemente tipo aplastamiento y las más observadas las ocurridas por fuerzas indirectas aplicadas sobre la articulación, un pie en flexión plantar o con equino extremo en el tobillo como un bailarín en puntillas o una persona que tropieza en un escalón, que genera que la tibia en el mismo eje longitudinal que los huesos del tarso y los metatarsianos formen un brazo de palanca largo que junto al mediopie en cavo extremo y el antepie flexionado lleven a una ruptura de los ligamentos tarsometatarsianos dorsales si la fuerza se propaga las bases de los metatarsianos son forzadas hacia el dorso ocurriendo la luxación, la misma que será completa si los ligamentos plantares también se rompen, se unen además otras fuerzas que generalmente se dan posterior a torsiones o rotaciones que producen la abducción y desplazamiento hacia lateral de las bases metatarsianas. Las lesiones de Lisfranc suponen menos de 1% de todas las fracturas, es importante un diagnóstico temprano debido a que el retraso del mismo puede conllevar a dolor crónico e inestabilidad en el pie del paciente. Son más frecuentes en varones (2:1) y suelen ocurrir en la edad adulta (2). Se estima que estas lesiones pasan inadvertidas hasta 20% de los casos en la primera exploración (3).

Las luxaciones de esta región son relativamente raras y suelen asociarse a fractura y a otras lesiones en un 80 % de los casos, afectando a una de cada 55.000 personas al año (4). La sospecha diagnóstica es fundamental, y los estudios de imagen son necesarios para confirmar el diagnóstico y valorar su importancia. El tratamiento de elección es quirúrgico en casi todos los casos con desplazamiento de los huesos e inestabilidad de las articulaciones afectadas (5, 6).

Tratamiento

El tratamiento de la fractura-luxación de Lisfranc es fundamentalmente quirúrgico, no siendo recomendables actitudes conservadoras mediante reducción más inmovilización con yeso, las cuales presentan malos resultados en las series publicadas (7).

En el Área de Emergencias, se realizo’ una reducción cerrada pero fallida por importante inestabilidad más inmovilización con valva de yeso posterior suropédica. Luego se procedio’ con tratamiento quirúrgico bajo anestesia raquídea. Se realizó una incisión longitudinal de 5 cm en región dorsal sobre área de segundo metatarsiano en pie izquierdo con profundización y apertura de tejido subcutáneo y desplazamiento de tendones extensores hacia los costados ayudados por separadores de senn miller con posterior observación directa de interposición de tendón tibial anterior y parte de cápsula articular además de un fragmento osteocondral de pequeño tamaño correspondiente al base del segundo metatarsiano, se realizó retiro de tejidos interpuestos y hematoma fracturario y se evidencia el desplazamiento dorsal de segundo metatarsiano sobre cuñas.

Se realizó una reducción abierta (Ilustración 4) colocando las bases metatarsianas en posición adecuada y se fija temporalmente de forma percutánea con clavos kirschner, bajo visión fluoroscópica se evidenció presencia de apertura mayor de dos milímetros entre primera y segunda cuña por lo que se colocó un tornillo canulado de 4.0 desde primera cuña hacia la segunda cerrando la brecha existente de forma definitiva con posterior colocación de un tornillo canulado desde el segundo metatarsiano hacia la primera cuña emulando la posición del ligamento de Lisfranc dado que se evidencia inestabilidad severa de esta articulación, ambos tornillos se colocaron por abordajes percutáneos menores de 5mm de longitud se comprueba la adecuada reducción realizando una imagen fluoroscópica comparativa entre el pie sano y el pie intervenido en el plano lateral, se evidenció que persistía la inestabilidad entre la base del tercer metatarsiano y la tercera cuña en sentido dorsal por lo que se colocó a este nivel y por la misma incisión una placa de minifragmentos recta bloqueada de 5 orificios con 2 tornillos sobre cuña y dos sobre base de tercer metatarsiano obteniendo la estabilidad absoluta a las diversas maniobras de estrés con posterior lavado de herida quirúrgica y cierre definitivo por planos.

El manejo posterior se realizó con analgesia y profilaxis antibiótica, no se colocó valva de yeso por no considerarlo necesario pero se prescribió la descarga de peso por un periodo mínimo de 21 días al procedimiento quirúrgico con rehabilitación temprana a las 24 horas siguientes que estimule movilidad activa y pasiva de tobillo.

No existió ninguna complicación intraoperatoria, la recuperación fue exitosa, con deambulación sin inconvenientes luego de los controles por consulta externa. La presentación del caso clínico realizado cumplió con los principios éticos de la Declaración de Helsinki.

Ilustración 4. Radiografía anteroposterior de pie izquierdo postcirugía

Discusión

En la mayoría de casos con este tipo de lesión, aún con estudios radiográficos de control luego de intentar un manejo conservador la parte funcional se ve afectada, con lesiones crónicas muy incapacitantes. La mejor opción es el tratamiento quirúrgico mediante la estabilización de la lesión tras su reducción con agujas de Kirschner colocadas de manera percutánea (7). El empleo de las agujas de Kirschner tiene la gran ventaja de que es un método cerrado de manejo simple y efectivo, con bajos índices de pérdida de reducción y una gran estabilidad. Además de su sencillez, el postoperatorio es de menor duración que en los casos de cirugía abierta por la necesidad de menores cuidados de heridas y la menor agresividad de la intervención (7).

En el caso que nos ocupa se decidió realizar un primer abordaje más medializado que el abordaje clásico y teniendo extremo cuidado durante el proceso de desbridamiento y profundización de no lesionar las estructuras neurovasculares, este abordaje nos permitió visualizar de forma adecuada el lecho de lesión  y al incrementar la longitud de la incisión las maniobras de reducción fueron sencillas de aplicar y  una vez realizada la reducción y fijada temporalmente con agujas de Kirchner percutáneas se exploró el resto de la articulación de Lisfranc y se evidenció que no había la necesidad de realizar una segunda incisión por lo que se colocaron los dos tornillos canulados 4.0 por pequeñas incisiones dorsales menores de 5 mm entre las cuñas y el segundo metatarsiano y la placa entre el tercer metatarsiano y la tercera cuña fue colocada por el abordaje inicial sin generar lesión en los tejidos blandos. Posterior a la intervención al cumplir 6 horas posquirúrgicas se valoró la respuesta neurovascular distal la misma que se mantuvo íntegra.

El pronóstico se asocia principalmente a la congruencia articular conseguida tras la reducción más que a la gravedad de la lesión, asociando un mayor grado de artrosis en los casos sin una correcta reducción anatómica. En caso de provocar una clínica residual está indicada la artrodesis tarso-metatarsiana (8).
La artrodesis debería reservarse para la cirugía de salvamento, aunque algunos autores propugnan su uso inicial en fracturas con intensa conminución o desplazamiento, lesiones tardías o Lisfranc de tipo ligamentoso, por su altísima incidencia de artrosis postraumática (9).

La inmovilización y descarga postoperatoria oscila entre las 6 y las 8 semanas. La carga posterior es progresiva, protegida inicialmente con órtesis. El material de síntesis puede retirarse a partir de las 12 semanas, incluso antes si son agujas. Hay autores que han utilizado tornillos reabsorbibles para evitar este paso, pero su uso no se ha extendido por el momento. Las lesiones tarsometatarsianas no diagnosticadas a tiempo o no tratadas suelen dar origen a deformidades sintomáticas, con dolores crónicos y discapacidad. En estos casos suele ser necesario hacer una artrodesis puesto que el intento de reducción no tiene buenos resultados. Las complicaciones incluyen la pérdida de reducción, la consolidación viciosa o la ausencia de consolidación de las fracturas, la infección superficial o profunda y las lesiones vasculonerviosas de la zona. El pronóstico de las lesiones depende del tipo y grado de desplazamiento, de la reducción conseguida y el postoperatorio realizado. Factores de mala evolución son las lesiones de alta energía (tráfico, precipitados), retraso en el diagnóstico y posiblemente las lesiones puramente ligamentosas que a pesar de la cicatrización pueden quedar con mayor inestabilidad y el consecuente desarrollo de cambios degenerativos articulares (3).

Posterior a la resolución quirúrgica se evidencia una estabilidad absoluta en la lesión de pie de la  paciente intervenida con mantenimiento de descarga y elevación de miembro inferior afecto como lo recomienda la mayor parte de la literatura, durante las primeras seis semanas, durante el periodo postquirúrgico temprano la paciente manifestó un dolor moderado controlable con medicación analgésica oral e inicio movilidad temprana de tobillo sin molestias importantes.

Conclusiones

La luxo fractura de Lisfranc es una lesión poco frecuente y suele ser subdiagnosticada. Involucra la zona del pie que representa la transición entre la bóveda plantar y la región metatarso falángica. Debe ser considerada en pacientes con dolor de pie y la imposibilidad para la deambulación luego de hiperflexión plantar con carga axial. El manejo puede ser cruento o incruento. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que el pronóstico se asocia de manera primordial a la congruencia articular conseguida tras la reducción más que a la gravedad de la lesión, por lo cual el manejo conservador en este tipo de lesiones está asociado a malos resultados.

Referencias bibliográficas

  1. Buchoiz R.Heckman j.(2003) Rockwood and Green·s Fracturas en el adulto (5ta ed).España Marban
  2. Montejo Rodrigo E, Pastor Ausin E, Ereño Ealo MJ, Sancho Garaizábal B, Carrascoso J, Armendariz Tellitu K. Fractura-luxación de Lisfranc. Aportación del TCMD. Curso pecongreso SERAM 2012. [página en Internet]. [Consultado: 1 agosto 2016]. Disponible en: www.google.com.cu/url?q=http://pdf.posterng.netkey.at/download/index.php%3Fmodule%3Dget_pdf_by_id%26poster_id%3D111707&sa=U&ved=0ahUKEwin47yjx83NAhXFqh4KHXJzCek4ChAWCBMwAA&usg=AFQjCNH2LWGtCCYC9Oz76Mc9mJAs12wr6g
  3. Lopéz Capapé D. Diagnóstico y Tratamiento de las lesiones de la Articulación de Lisfranc. [página en Internet]. [Consultado: 1 agosto 2016]. Disponible en: http://www.doctorlopezcapape.com/docs/David-Lopez-Capape--Lesiones-Articulacion-Lisfranc.pdf
  4. Arntz CT, Veith RG, Hansen ST Jr. Fractures and fracture-dislocations of the tarsometatarsal joint. J Bone Joint Surg 1988;70- A:173-81
  5. Ferris LR, Vargo R, Alexander IJ. Controversies in foot and ankle trauma. Late reconstruction of the midfoot and tarsometatarsal region after trauma. Orthop Clin North Am 1995;26(2):393-406
  6. Trevino SG, Early JS, Wade AM, Vallurupalli S, Flood DL, Talavera F, and cols. Lisfranc Fracture Dislocation. [Consultado: 1 agosto 2016]. Disponible en: http://emedicine.medscape.com/article/1236228-overview
  7. Ribera J, Baquero F, Santos A, Montilla F, Fernández M, Carranza A. Fractura-luxación de Lisfranc. Rev Ortop Trauma 2001;1:23- 9
  8. D. Valverde Belda, J. Tomás Gil, A. Pérez Blasco, C. Puig Abbs, C. Montijano Huertes, The Lisfranc fracture-dislocation. Revision of the treatment in nine cases, Rev Soc Andaluza Traumatol Ortop 2002;22:58-68
  9. García-Renedo RJ, Carranza-Bencano A, Leal-Gómez R, Cámara-Arrigunaga F, Análisis de las complicaciones en pacientes con fractura-luxación de Lisfranc, Acta Ortopédica Mexicana 2016; 30(6): Nov.-Dic: 284-290