Educación Médica Continua en profesionales de la salud de una zona rural del Ecuador

Resumen

Introducción: En el Ecuador no se ha establecido un proceso de certificación de competencias profesionales, lo que ha conllevado a que la educación médica continua esté limitada a cursos de postgrado de especialidades concentrados en pocas ciudades. Se muestra una experiencia local de un curso para mejorar destrezas y habilidades clínicas en un grupo de profesionales de la salud, en una zona rural del Ecuador.

Objetivo: Mejorar las destrezas de manejo clínico en un grupo de trabajadores de la salud según el “Perfil profesional” para el sistema nacional de salud del Ministerio de Salud del Ecuador.

Método: Se desarrolló un curso de 40 horas de duración para dos grupos, el primer grupo estuvo compuesto por obstetrices, y el segundo por médicos, enfermeras y paramédicos. El curso fue enfocado en la atención de emergencia, mediante un método de talleres y simulaciones. Los participantes fueron escogidos al azar y los talleres diseñados de acuerdo a su ámbito profesional. La evaluación consistió en un test al inicio del curso, otro al final y un nuevo test luego de un mes del curso.

Resultados: Un total de 42 personas completaron el curso, 15 (35.7%)  fueron obstetrices; 20 (47.6%) fueron médicos, 4 (9.5%) enfermeras y 3 (7.1%) paramédicos; la mayoría (66.6%) fueron mujeres. El promedio del test previo al curso fue de 4.81/10, al final del curso el promedio fue de 7.49/10 y luego de un mes el promedio del test fue de 7.39/10. Hubo diferencia estadísticamente significativa entre los resultados de las evaluaciones (p<0.05) de Pre-Test y Post-Test inmediatamente luego del curso. Veinte participantes completaron el test luego de un mes, en este caso los resultados de la evaluación del Post-Test y la evaluación Post-Test día 30, no mostró diferencia estadísticamente significativa entre los resultados de las evaluaciones (p>0.05).

Conclusiones: Un curso de educación médica continua mejora los conocimientos, habilidades y destrezas de los participantes al final de su desarrollo, y sus resultados son persistentes al paso del tiempo. La metodología de enseñanza a través de talleres y simulaciones permite un aprendizaje significativo del personal de salud. Este tipo de actividades mejora la calidad de atención de salud.